
Las aguas hurtadas son dulces, y el pan comido en oculto es sabroso. Prov. 9:17. La mente del hombre que no anda en los caminos de Dios funciona de un modo extraño. Busca el placer y encuentra el dolor, corre tras la alegría y solo encuentra tristeza. Piensa que las cosas son agradables únicamente cuando traen el sabor de lo prohibido. Las aguas, para ser dulces, necesitan ser robadas; y el pan, para ser agradable, debe ser comido a escondidas.Lo...