
“Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” Cuando se trata de escuchar la palabra de Dios por lo regular siempre la rechazamos debido nuestras prioridades tenemos nuestro menú de pretextos tales como: "ahorita no puedo" o "voy a salir mejor después" o de plano hay quienes dicen, "hay no que flojera" Y en ese momento cualquier cosa es más importante,...